6 de junio de 2010

El tiempo no para


Mis tiempos siempre fueron distintos a los de los demás.
Alguien mas siente esto?

Para cada uno de esos momentos cruciales nunca estuve preparada.
Un día mi madre vino a mi, llena de nervios y ansiedad, a mis 13 años a decirme, de pronto, sin pre aviso que NO PODÍA SER QUE NO USARA CORPIÑO, QUE NO PODÍA SEGUIR ASÍ POR LA VIDA SIN CORPIÑO.
Yo: susto.
Tengo que aclarar algunas cosas: quizás yo era achicada, quizás yo estaba desconectada de mi cuerpo, pero nunca nunca se me había cruzado por el pensamiento ese asunto. Hasta ese día.
Nunca tuve la charla de "sos mujer, te desarrollas así, hay que usar corpiño, toallitas etc,"
Me vino a los 12, sin charla previa de mi madre. De alguna manera yo ta sabia que hacer. me acuerdo de que yo había visto muchas propagandas de toallitas y como siempre mostraban a mujeres que estaban trabajando, corriendo (haciendo su vida , bah) con la toallita, yo pensaba que era algo para estas super mujeres trabajadoras (no mi madre que es ama de casa), para que pudieran seguir entrenando, trabajando, etc. sin tener que parar para ir al baño. A hacer pis, claro.
Cuando me vino, sin embargo, supe instintivamente, entendí, se me hizo la luz de para qué servían las famosas toallitas, yo solita. (momento orgulloso para mi, después de que se me paso el reverendo susto que me pegue).
Lógicamente después de que me vino, empecé a desarrollarme, pero no tengo hermanas mayores (y claramente los temas femeninos no los hablaba con mi madre), así que jamas se cruzo por la cabeza el tema del corpiño, o de que correspondía que use.
Acá hay algo raro, porque tampoco recuerdo que este tema se hablara con mis amigas, a ellas les vino mas tarde y mas tarde les llegaron estos momentos.
Pero de vuelta a los 13. Mi madre de nuevo traspasandome miedos, susto, verguenza, humillacion con relación a mi cuerpo.
yo me pregunto: ¿porque me lo tenia que decir así? Con esa carga de ansiedad y nerviosismo, porque no me sentó y con amor me explico lo que pensaba.
En ese momento, yo me rebele y le dije que no pensaba usar el corpiño (aclaro que esta charlita la tuvimos con mama-corpiño espantoso tipo derpotivo que ya me había comprado- en mano.
Me fui corriendo, asustada, confundida y enojada.
Lo peor de todo es que en realidad si quería usarlo jaja, me sentía grande.
Pero no respondo bien a los planteos de mi madre.
Una pena no?. un momento entre madre e hija que debería ser especial y memorable se transforma en esto. Un monstruo. Así lo recuerdo a ese día, un día monstruoso.
Darte cuenta de pronto, sin que se te haya ocurrido, que tenes pechos y que ya mismo tenes que usar corpiño, es fuerte.

Y me enseñó de nuevo a sentirme tonta, estúpida con respecto a mi cuerpo. Como el día del pantalón. Pura verguenza, de nuevo iba yo por el mundo sin saber lo que (aparentemente) todos sabían sobre mi: que tenia que usar corpiño. Resultado: verguenza del cuerpo, de los pechos, inseguridad.

Pero aprendí algo sobre el cuerpo: que no se puede esconder, que nos delata si estamos muy gordas y si estamos muy flacas, nos delata de que nos pasa algo por adentro, algo que seguramente no queremos que el mundo sepa. pero lo sabe, solo porque tenemos cuerpo, solo porque el cuerpo nos delata.

Por eso me quiero amigar con mi cuerpo, para que mi cuerpo hable de mi, y diga cosas lindas, que mi cuerpo cante sobre mi.

Este es el fin de este blog, mi camino a amigarme con el cuerpo. Para eso voy a revisar muchas cosas, me voy a plantear muchas cosas y voy a informarme sobre ciertos temas.

Todo este camino lo voy a hacer acá y lo voy a compartir con ustedes.
¿les interesa? ¿les gustaría amigarse con su cuerpo?

cuentenme por favor

saludos y salud

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